En una sociedad digitalizada como la que vivimos, son importantes ciertos conceptos como el concepto de red, entre otros porque las redes constituyen la forma organizativa más eficiente por su flexibilidad, adaptabilidad y capacidad de supervivencia, características que se producen en la sociedad red de la que hablamos.
Una red es un conjunto de nodos interconectados. Un nodo, a su vez, es el punto de intersección de una curva. Una red no posee ningún centro, únicamente nodos, que pueden tener mayor o menor relevancia para el conjunto de la red. Es decir, aumentan su importancia cuando absorben más información relevante y la procesan de forma más eficiente.
Sin embargo, la importancia relativa de un nodo como tal no proviene de sus características especiales. Proviene de su capacidad para contribuir a los objetivos de la red. Aun así, todos los nodos de la red son necesarios para la actuación de la propia red.
Cuando los nodos pierden su función las redes tenderán a reconfigurarse, eliminando algunos de esos nodos y añadiendo otros nuevos.
Para aclarar, los nodos sólo existen y funcionan como componentes de las redes. Es decir, la red es la unidad, y no el nodo.
Es importante saber, además, que las redes procesan flujos, que son las corrientes de información entre nodos y que circulan por los canales que los conectan (a los nodos). Además, una red estará definida por un programa que asigne los objetivos y reglas de funcionamiento de esa propia red. El programa, al mismo tiempo, estará compuesto por códigos que incluirán una valoración del funcionamiento y de determinados criterios para valorar el éxito o el fracaso.
Para terminar, las redes funcionan por una lógica binaria de inclusión-exclusión. Esto quiere decir que dentro de la red la distancia tiende a cero (pueden conectar con toda la red y otras redes que estén conectadas) y que entre los nodos de la red y los del exterior la distancia es infinita.
