El término benchmark (que podría traducirse al español como punto de referencia o comparativo) hace alusión a las técnicas empleadas para poner a prueba un determinado componente de un sistema o al sistema en sí mismo, generalmente mediante la comparación de los resultados obtenidos con otros disponibles de otros similares. Este concepto está muy extendido en el campo de la electrónica y es muy habitual observar tablas comparativas de benchmark realizadas sobre tabletas electrónicas, smartphones, ordenadores, etc., y también en pruebas a fondo de determinados componentes (procesadores, tarjetas gráficas, etc.), a los que se suele llevar a su límite de funcionamiento para comprobar su efectividad a pleno rendimiento.
Existen muchos tipos distintos de pruebas, aunque principalmente se dividen en:
- Benchmarks sintéticos / de aplicación:
- Sintéticos: en ellos se pone a prueba el objeto de estudio llevándolo a su punto de máximo rendimiento.
- De aplicación: pruebas llevadas a cabo empleando aplicaciones que simulan el funcionamiento habitual de un determinado producto, para comprobar hasta qué punto es capaz de rendir en las condiciones reales de uso.
- Benchmarks de bajo nivel / alto nivel:
- Bajo nivel: pruebas enfocadas en el rendimiento de un componente concreto de un sistema, al que se examina de forma aislada.
- Alto nivel: examen realizado sobre combinaciones de componentes-controladores-sistemas operativos con el fin de comprobar el funcionamiento en conjunto de los mismos.